Pancho envió el articulo de Cèsar Torres Càrdenas "La Foferia" y escribió: Esta podria ser una palabra para el
diccionario mosca...
Fernando contestó.
Mis queridos Pancho y todos:
No creo que este artículo de César Torres, por lo demás divertido y
certero, se ajuste a las características del Diccionario. Aunque estoy
lejos de dar pautas y de fijar parámetros, pienso que deberíamos hacerlo
intemporal, porque no es un "Diccionario Histórico", como el que iba en
el Pequeño Larousse después de las páginas rosadas de donde el doctor
Alberto Lleras tomaba todas sus citas en latín, sino un "Diccionario
Terminológico", en el que las figuras de carne y hueso tienen que
mediatizarse.
En fin, discúlpenme por fijar, tal vez sin proponérmelo, una guía que, espero, en muy pocos días será por completo innecesaria. Pero, por lo pronto, sigamos dentro de lo nuestro. El Diccionario exige una buena dosis de indiferencia y anonimato, porque no tendrá autor conocido. (Volvamos al mismo ejemplo: ¿aceptaría César Torres que su texto figurara sin su firma?). Por lo pronto, sabemos entre nosotros que soy yo quien ha escrito los pocos textos que hasta el momento forman parte del Diccionario, pero en el futuro ese fastidioso "yo" desaparecerá, para dar paso al sencillo "nosotros" colectivo. Todos seremos los escribidores. Quienes nos ayuden, recibirán, tal vez, una mención en alguna de las páginas impresas que se lleguen a editar, aunque eso está por verse. E irán en pie de igualdad el Fulano de Tal que escribió 350 definiciones, con el Mengano de Tal que escribió sólo una. Así se hace la democracia. Nadie va a recibir un libro que diga "Fernando Garavito - Diccionario Mosca"... Nada de eso. El autor está llamado a desaparecer. De pronto hago una referencia a eso, precisamente: a la extinción del "Autor". Pero, por ahora, me voy a dormir porque estoy cansado.Abrazos.
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La fofería
Cèsar Torres Càrdenas.
No me molesta ni critíco la
celulítis que poco a poco gana la batalla en ciertos cuerpos. Tampoco
hablo mal de esas grasas que hacen mas redonda la ex-cintura, ni de las
carnes colgantes en los antebrazos. Debe ser porque desde que tengo uso
de razón he sido gordo, gordito dicen quienes pretenden consolarme. Me
gusto gordo, y hasta fofo me gusto. Algunas novias llegaron a pensar que
mis fofos eran una especie de muestra inicial de lo que sería mi
ternura. Me parece que están equivocadas. Pero no es el caso sobre el
cual escribo. Solo me uso como ejemplo de lo que es ser gordo y fofo. Y,
para empezar, me declaro uno de ellos: soy un gordo fofo. No tengo nada
contra mi, ni contra mi condición. Y no soy lo que se diría un
militante anti-gordo o anti-fofo.
Pero lo que me causa
molestia es la fofería de algunos políticos y la de algunos columnistas
políticos. Los han visto, los han leído?. No es la bellaquería de
Ernesto Yamhure de quien todos sabemos su simpatía por los hornos
crematorios que usaron los paramilitares en Norte de Santander y en
Antioquia. No es la pobreza intelectual de Jose Obdulio, en cuyos
escritos uno percibe el deseo de ocultar su tanta ignorancia, pero
resulta casi ufanándose de ella. Tampoco me refiero a tontería solemne
de Londoño Hoyos. Mas bien pienso en María Isabel Rueda o Jorge Gómez
Pinilla.
Ella dijo que el Ministro
Valencia Cossio, epítome del clientelismo, es un estadísta. Y afirmó que
Sántos, vago impenitente, era un candidato que había triunfado en todos
los puestos que ha tenido. Del primero olvidó decir las tramoyas, malos
manejos y arreglos bajo cuerda que hizo en su intento de sacar adelante
el referendo re-eleccionsta, y pasó por alto contarnos que ha sido
empleado de cuanto gobierno ha habido. Del segundo, de Juan Manuel,
ocultó el rastro de miseria y sangre que ha dejado en cuanto puesto ha
tenido. Ni una palabra, por ejemplo, acerca de los asesinatos
que cometieron hombres bajo su mando. Ni una palabra de las violaciones
a los mandatos del derecho internacional humanitario.
La mentira, el engaño, el
ocultamiento que ella hace, no constituye delito de lesa fofería. No. Lo
que resulta fofo es su argumento y su estilito. Siempre
sin músculo, siempre sin fuerza, puro bulto. Pura masa informe. Siempre
hablando sin pruebas, escribiendo contra la verdad sólo porque el medio
que le paga es de propiedad de aquellos a quienes ella favorece con sus
palabras sin gracia y sin fuerza. Sus escritos, como mis muslos, no
sostienen nada pero parecen rellenitos
Gómez Pinilla, por su
parte, fue un botafuegos contra Carlos Gaviria en la consulta interna
del Polo Democrático. Mintió sin pudor acerca del viejo ex-magistrado.
Puso en duda sus calidades éticas y lo fustigó porque supuestamente
había violado los acuerdos internos de ese partido. Azuzó a votar por
Petro porque, según este periodista, Petro era la renovación del partido
de la izquierda, porque Petro era una ruptura con la tradición
izquierdizante. Y Petro ganó la consulta. Entonces, con el argumento mas
fofo de la historia universal de la fofería política, Gómez Pinilla dio
el salto y se vistió de verde...como todos los sapos que en el mundo
han sido.
Pero cambiar de partido no
lo gradúa a uno de fofo. Faltaba mas!!!. Lo que lo hace un fofo
abominable son sus argumentos: hay que votar por Mockus hoy, según Gómez
Pinilla, porque él va subiendo en las encuestas. Porque mas tarde se
puede hacer una alianza entre ellos y los amarillo-polito de Petro. O
sea....nada. ...no hay argumento, no hay análisis. Otra vez, puro bulto,
puras palabras machacadas y hechas bolita de grasa. Sus
pretendidos análisis políticos, como la llanta de cebo que sobresale por
encima de mi cinturón, son de público conocimiento porque no sirven
para nada. Por eso le publican,: por inofensivo, por carente de fuerza,
por referirse a los temas sin carácter ni donaire. Por fofo.
Pero estos dos plumíferos
son gente de poca monta. Fofitos, digamos, si se les compara con los
pesos pesados de la fofería. Qué tal, por ejemplo, la de Mockus? Eso si
es fofar en serio!!!!. Un candidato sin programa, sin partido, sin
propuestas, hasta sin palabras. Un hombre que no ha presentado un solo
análisis de al realidad Nacional. Un tipo que no ha dicho nada, ni una
sola palabra, ante los crímenes o ante la miseria que nos acogota. Ese
señor queire ser presidente porque no se roba la plata....habrá se
visto?
En un país
ahogado en corrupción, lleno de víctimas que parquean su dolor y su
hambre en los semaforos, en un país en el que el mas reciente presidente
ha cometido, impulsado y ocultado crimenes...en ese país, este fofo de
orígen Lituano, guarda silencio mientras aspira a ser presidente. Como
como el pellejo colgante que adorna mi cuello, Antanas no entiende nada,
no dice nada, no sirve para nada. Antanas, político fofo, es mera
cantidad y volumen.
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