Carta ampliada a Fernando Garavito y los
Polo moscas.
No me llaméis bellaco si hablo del ajiaco.
Pablo de Rohka
Ya sé que no soy yo, falso profeta.
Fernando Garavito
Apreciado Maestro Fernando, era algo
previsible por lo menos y sin tirármela de visionario o politólogo, que
no lo soy, ni pretendo serlo, que supe desde mucho antes, que Santos ganaría. Aunque en algún momento me despistó la teoría equivocada de mi
amigo Luis Eduardo Saavedra, (que al final de sus días se pasó a la “ola
verde”) que votar por Petro sería un suicidio, porque Santos entonces
ganaría.
La polémica que comenzaba a darse con ese
gran ser que fue Luis Eduardo Saavedra no prosperó porque “La Pálida”
como usted sabe se lo llevó y la discusión se quedó en punta como se
quedan todas las cosas que define La definitiva.
Hoy estamos ante esos “previsibles”
resultados, pensando cuál debe ser el camino a seguir y usted dice
abstención. En mi muy modesta manera de ver y sentir la cosa política,
creo que para esta fórmula se necesitaría ahora tener una muy buena y
fuerte organización y gran capacidad de movilización, o si no lo logrado
hasta el momento con tanto esfuerzo y agresiones se esfumaría en gran
medida.
¿No será mejor la participación (le
pregunto) como se viene haciendo, electora, activa, pensante, crítica,
dentro de ese marco tan interesante de la “batalla de las ideas”, que
seguirá ampliando con seguridad el movimiento que a mi parecer va como
un tren amarillo subiendo la cuesta y no como una ola verde y fofa que
con seguridad se desbaratará a la primera arremetida del gran capital y
que sólo sobreviviría con una política de alianza oportuna que no veo
factible con el neoliberal Mockus.
La pelea contra el sistema como usted dice
es larga y no debemos abstenernos no yendo a las urnas. Porque esto será
como un termómetro que indique qué fuerza tenemos y será para nosotros
una interesante estadística para ver el avance real.
Quiero contarle que en el barrio de Bogotá
donde vivo con mi esposa hace veinte años, la gente totalmente no votó
por miedosa, lo hizo porque creen todavía y bastante en el curita
presidente que reúne en su todo y tono al cura, gamonal y al policía y
las gentes de mi barrio lo ven cercano y útil con sus mercados y su
seguridad de pacotilla, y de algo fantasmagórico que los ronda y
amenaza, algo monstruoso como de otro planeta que son las FARC, porque
creen como dice Baudelaire de Dios (en ese genial oxímoron) “Que Dios es
el único Ser que para reinar no necesita ni siquiera existir” y le
temen muchísimo más, pero muchísimo más, que a los que existen de verdad
a su alrededor. Los paras se pasean por las colinas cercanas de Ciudad
Bolívar como Pedro por… y el monstruo fariano hace parte cada vez más
del imaginario colectivo de terror creado por el uribismo y que
habita con gran fuerza en sus almas y corazones.
Creo que sólo la Unidad férrea ahora y
siempre en torno al Polo Democrático Alternativo y sus justas
decisiones, la movilización permanente del “binomio” (como diría otrora
mi general)” Polo-pueblo”, el debate amplio y tolerante de las ideas de
todo orden, nos hará crecer y seguramente algún día vencer para el
socialismo única opción humana. No creo para nuestra naturaleza
colombiana y emotividad sin creencias profundas en la resistencia
pacífica a lo Gandhi, sino en la movilización activa y de todos los
días, de las fuerzas sociales y no en la abstención de ningún tipo
porque abstenerse sin fuerza creo es perder.
Nota al margen:
Siendo las 3:00 y mientras llovía
intensamente y hacia un frío espantoso, me leí con gran gusto su SON
NETO, genial, llenándome de calor la inteligencia. La Universidad
Distrital Francisco José de Caldas, debía para este Bicentenario
publicarlo en gran tirada para repartirlo entre sus estudiantes y
trabajadores.
Fernando:
Mi querido Armando:
Me preguntas, no sin razón, si no será mejor acercarnos a las urnas el próximo veinte de junio, porque, según dices, " esto será como un termómetro que indique qué fuerza tenemos y será para nosotros una interesante estadística para ver el avance real"... del PDA. Pero, ¿en qué forma nos acercaríamos? Porque, ante la inteligente posición del partido frente a la posible participación en un bloque opositor, el candidato verde echó mano de un desabrido refrán castellano: "cada loro en su estaca", sentenció. En otras palabras, no tiene nada qué ver, en absoluto, con nosotros, y correrá su suerte en solitario. Pues bien, pienso yo, que le vaya bonito, y que termine de rasparse las rodillas sin ayuda de nadie. Al fin y al cabo, ya las tiene raspadas, porque siempre ha vivido arrodillado. Ya entrará a formar parte de la coalición que propondrá Santos como punto de partida del nuevo gobierno. (¿Qué tal una embajada? ¿Tal vez ante su graciosa majestad, la reina Isabel II?) Por favor, si todos ellos son iguales. ¿No nos hemos dado cuenta de eso? Ellos sienten que su misión es la de "salvar el país". Todo ese lenguaje mentiroso, espeso, armado de acuerdo con las coyunturas, sórdido contra los intereses populares. Ya estamos hechos de tal manera a ese lenguaje que no dice nada, que acabo de escribir "nuevo gobierno". ¡Nuevo gobierno! Si aquí el gobierno ha sido el mismo desde la época del agiotista Francisco de Paula Santander, ¿de qué nuevo gobierno hablamos?
Pienso que ya es hora de que hagamos una distinción fundamental entre la oposición y la diferencia. La oposición juega en el equipo del gobierno, sigue el discurso y decurso de los acontecimientos, habla, desde un aparente punto de vista discrepante, de los mismos problemas. Mockus puede ser la oposición, y va a hacerla con miras a las elecciones del 2014. Uribe fue la desgracia, Santos será la tragedia... y eso es lo único que le importa a Mockus: ahondar en ese camino. Que se destruya lo poco que queda de país, con tal de que él pueda ser presidente. Pienso que el PDA debe tener una actitud distinta. No dejemos que el país llegue a las últimas consecuencias de esta crisis ética, política, social y económica en que se debate. Propongámosle nuevas alternativas. Y hagámoslo desde la diferencia. No nos comamos entero el cuento de que estamos en una democracia. No estamos en una democracia. Estamos en una oligarquía, en un oligopolio cerrado y perverso. Todos somos carne de cañón. Nos usan para ir a las urnas, para contarnos, para demostrarle al mundo entero que participamos de un proceso y que nos dejamos dar en la cabeza con un palo porque así somos, porque nos gusta, porque no entendemos, porque Colombia elige a Uribe y a Santos y eligirá a Mockus y a los que sigan, sin pensar, con los ojos cerrados, temeroso de que este castillo de naipes se derrumbe con la más leve vestisca. No más, mi querido Armando. Ya basta de tanta mentira, de tanto ilusionismo provocado en el teatrino de sombras chinas que nos han montado quienes dicen gobernarnos. Me parece que ya está bien, que ya es tiempo de que les hagamos pistola, que ya es tiempo de que les digamos, "carajo, paren su jueguito, y déjennos en paz con tanta vaina".
Si votamos en blanco podrán decir que somos tantos: ¿cincuenta mil? ¿Cien mil? ¿Un millón? No, no somos ese pequeño número de sufragios. Somos decenas de millones de colombianos que no les creemos su cuento. Lo que tenemos es que idear un mecanismo para que esa abstención, de la que soy partidario (y espero que todos terminemos por ser partidarios), sea activa, sea (como se dice con esa horrible palabra técnica de ahora) "propositiva". Votar en blanco es aceptar las reglas de juego de la democracia de papel que nos gobierna. Colombia, "país democrático". "¿País democrático?". No me hagan reír. Mamóla, como decía J.E. Gaitán, con tilde en la ó, para que no les quede duda alguna. Sigamos hablando. Y no nos dejemos meter el dedo en la boca.
Abrazos grandes y gracias por tus mensajes y por tu activa participación en el Polo Mosca,
Fernando
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