jueves, 17 de marzo de 2011

Re-municipalización contra privatización en Alemania


Muchos municipios en Alemania han reintegrado en los últimos meses a la propiedad municipal las empresas comunales que años atrás habían privatizado.

Esto demuestra que el dogma propagado por el neoliberalismo en cuanto que el sector privado es siempre más eficiente que el público empieza a mostrar sus fisuras. En la reciente historia de la República Federal Alemana y en general de los países capitalistas, hemos sido testigos por enésima vez que las pérdidas se socializan y las ganancias se privatizan Los bancos y los gobiernos nos han de-mostrado durante esta prolongada crisis financiera que es más fácil que el con-tribuyente asuma los riesgos y las deudas causadas por los especuladores que poner en cintura al sistema bancario. Los gobiernos de la Unión Europea han preferido trasladar la carga de la crisis al pueblo y no tocar el sistema bancario; ni siquiera se han atrevido a imponer las más mínimas medidas regulatorias. Los contribuyentes pagan las deudas del sistema financiero y los causantes de la crisis reciben las bonificaciones y los premios pecuniarios por haber causado la crisis financiera.

¡PRIVATIZACIÓN DE LA PROPIEDAD PÚBLICA ES DESPROPIACIÓN!

¿Por qué reclama La Izquierda que las empresas de energía y agua y las demás empresas municipales retornen a las arcas de los municipios?

1. Como principio general, los bienes y servicios públicos deben estar disponibles a las ciudadanas y los ciudadanos de los respectivos municipios independientemente de su capacidad económica.
2. Ha quedado demostrado que las tarifas por servicios han aumentado considerablemente después de la privatización de las empresas municipales.

3. Las empresas municipales que han sido privatizadas han recortado los servi-cios y la calidad de éstos a amplias capas de la población de los respectivos municipios.
4. Las privatizaciones parciales con los llamados socios estratégicos han causado serios impactos a las finanzas municipales. Uno de los ejemplos es el de Berlín, donde las ganancias estratosféricas de la empresa de suministro de aguas han ido a parar a los socios estratégicos. Contractualmente se aseguró un margen de ganancia al socio estratégico, independientemente de la rentabilidad que arroje la empresa municipal. Es decir, eventuales pérdidas de las empresas deben ser absorbidas por el municipio, mientras las ganancias van a parar a los bolsillos de los socios estratégicos. Y, Berlín no es un ejemplo aislado. Más de un juzgado en la Alemania se encuentra ocupado ahora en resolver la validez de los contratos con cuales se cerró la privatización de las empresas municipales.
5. Las empresas privatizadas han sido un motor de desempleo en los municipios, pues aprovechando la movilidad en la Unión Europea han buscado a todas costas reducir costes trayendo fuerza de trabajo son salarios por debajo de los que se habían acordado los sindicatos. La economía de los municipios no ha podido resistir el impacto de las privatizaciones y el desempleo ha aumentado considerablemente en esos municipios. Lo que aparentemente había sido una ventaja para las finanzas municipales se ha tornado en serios problemas para los municipios: la aparente eficacia de las empresas privadas se ha obtenido gracias a la reducción de costes, de calidad y de seguridad en los servicios que pretenden proveer éstas.

6. El modelo neo-liberal ha permitido que las tarifas por servicios sean determinadas en base a los parámetros de ganancia empresarial y no de acuerdo a las necesidades de la comunidad.
7. Las ganancias de las empresas privatizadas han ido a parar lógicamente a los bolsillos de los dueños.
8. Las comunas o los municipios deben ser los centros de toma decisión con respecto a la planificación de los servicios municipales de tal suerte que las necesidades de los pobladores sean tenidas en la cuenta y los servicios públicos sean suministrados de acuerdo a los intereses de la población. Por ello es necesario liberar a los municipios de la avaricia de los oligopolios y prestar los servicios públicos de acuerdo a principios democráticos, ecológicos y eficientes. Por ello se debe invertir en la producción de energía descentralizada utilizando plantas de energía solar, de cogeneración, etc. El manejo consciente de las aguas, de las basuras son elementares para la salud pública y no puedes ser objeto de la avidez capitalista.
9. Las posibles ganancias de las empresas municipales deben ser transferidas a los presupuestos de los municipios a los efectos de promover las actividades sociales, culturales y sanitarias de la población.
10. De igual manera debes ser rechazados los proyectos PPP (Public Private Partnership). Estos son altamente perjudiciales para las finanzas de los municipios. Aparentando alivio de los presupuestos municipales a corto plazo, causan a la larga una alta carga financiera pues se ha demostrado que los compromisos por el pago de intereses han resultado más onerosos para el erario municipal, que si esos proyectos hubiesen sido realizados por los municipios. Por lo demás, esos costes adicionales han tenido que ser compensados con la reducción de los gastos sociales.
11. Por lo demás es imprescindible que el público en general conozca en su totalidad el contenido de los contratos con los cuales han cerrado los municipios los mencionados PPPs. Los costes de estos son soportados por el erario de los municipios respectivos y las ciudadanas y los ciudadanos de los municipios quienes son los que contribuyen a través de impuestos, tributaciones, tarifas con la carga financiera, no tienen la mínima idea de las obligaciones contractuales a las que se han comprometidos los alcaldes o los consejos municipales con los inversionistas privados. Estos contratos deben ser analizados jurídicamente a los efectos de encontrar la manera más expedita de rescindirlos.
12. La historia reciente de los municipios que han decidido dar marchar atrás a la privatización de los servicios públicos ha demostrado que los beneficios que aparentaban ofrecer los inversionistas privados sólo ha sido una mentira que ha tenido que pagar la ciudanía: las ganancias para los bolsillos de los inversionistas y la mala calidad de los servicios, el deterioro ecológico y los costes para los de ruana.
Por todo lo expuesto anteriormente es imprescindible dar marcha atrás a la privatización de los servicios públicos y retomarlos como obligación estatal.

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