Ese para mi es el resumen de nuestra
tragedia. O no tenemos agenda y por eso, terminamos enredados en debates
ajenos, en un pais ajeno, en procesos politicos ajenos, con el
agravante que es nuestro pais. O, cuando tenemos agenda desde donde
promover no solo candidatos y partidos sino procesos y caminos, las
sacrificamos en dinamicas recurrentes de oportunismos e imagenes
mediaticas.
Carlos H y David opinan.
Manuel R:
Estas dinamicas o se rompen con la conciencia colectiva que
nos lleve a decidir desde posiciones claras y agendas definidas, o
seguimos esperando a ver lo que nos proponen.
El error de
Gustavo Petro, fue el de irse contra la agenda construida: el ideario de
Unidad, la posicion colectiva. Dividio el Polo entre quienes defienden
la posicion que le da sentido al proceso y quienes abandonan la agenda
para entrar al sistema. Es
asi de
sencillo. Alianzas con liberales, posiciones de centro, etc. Dividido,
el Polo perdio sentido y respaldo. Al perder la agenda, pierde el rumbo.
Carlos Gaviria regresa a rescatar la agenda con quienes desde dentro la
defienden y en la coyuntura, a rescatar de Petro lo rescatable. El que
destapo la parapolitica y otras luchas similares y a dejar atras al que
entrego la agenda. Lo hacen, pero la verdad, para la gente con los ojos
abiertos, es dificil saber quien es Petro. Esto hay que resolverlo para
que la agenda y el Polo tengan sentido y validez.
Mockus y
Fajardo, pues recogen las banderas de Petro, las del Centro, las de
Lucho. Las hacen suyas. No ser ni Santos y Noemi, ni de izquierda. Ser
cualquiera, ser todo, no ser nadie, para que quienes piensan con el
deseo, se unan a ellos que todo lo proponen y no proponen nada. En
síntesis, se presentan como centro, porque alegan no ser ni Uribe y sus
asesinos aliados a transnacionales, ni "radicales
antidemocr'ticos", "aliados a las FARC". Señalando con precisión a la
derecha, desdibujan la izquierda. Eso mismo hizo Gustavo y sus
seguidores. Eso, recoge frente a no ser nadie ni nada (un Polo sin
agenda) y ser perverso (una derecja asesina). En ese ambito amplio sin
fronteras, pero con una práctica absolutamente orgánica a la derecha,
recogen la desilusion del pueblo y del Polo y se abren espacio.
Toda
esta dinamica recurrente es por no tener o abandonar agendas propias y
construidas con y desde los pueblos y seguir corriendo detrás de
candidatos o de aparatos. Candidatos y aparatos son instrumentos, medios
de los procesos y sus propuestas. No podemos seguir delegando la
autoridad. Lo único delegable es la representación. La autoridad la
tienen, la deben tener las propuestas colectivas, el dolor convertido en
proyecto y en camino de lucha.
La Minga, por ejemplo, es una
agenda en borrador para construir, pero una agenda y
rotundamente clara. Tan clara que obligó a Uribe a arrodillarse. Que se
enfrentó al ejército y la Policía disparando contra gente inerme. Tan
clara que durante 61 días caminó hasta Bogotá y fue entregada. Tan clara
que Uribe pensó silenciarla mandando asesinar a Aida Quilcué y mató a
su marido, como si las agendas fueran de personas! La Minga sirvió para
que la gente decidiera apoyar a Gaviria hace 4 años, por coherencia con
lo que allí se plantea. Un pueblo construyó un análisis, una propuesta,
una posición y una agenda. La entregó y se convirtió en un referente
para decidir en lo electoral. De allí mi análisis en una conversación
con un amigo, que comparto.
Lo
que me angustia es que ni el ideario se consolidó en 5 años, ni la
Minga avanzó en 6 años,
ni la agenda se defiende, ni aprendemos. Caemos recurrentemente en lo
mismo. Las elecciones solamente reflejan que nos han aplastado y que no
podemos y no sabemos construir alternativas desde abajo, desde la
ciudadanía, desde la conciencia de la gente ante el orden que oprime. A
menos que, todo esto se convierta en análisis duro, en autocrítica, en
verdades dichas, en diagnósticos que expongan el mal de modo que
aprovechemos esta coyuntura para definir el rumbo de tal manera que no
volvamos a caer en estas trampas. Ese, para mí es el momento. No hay
manera de cortar camino. Lo que salva al Polo es asumirse en el espejo
de los pueblos para que quienes han mantenido la coherencia señalen el
rumbo y quienes la han sacrificado lo corrijan o se vayan. Si esto
sucede, la gente volverá al Polo y llegará mucha más, por una sencilla
razón. Lo que hace falta es movilizarse, resistir a conciencia,
defendernos del régimen de la codicia y crear alternativas y solamente
en el Polo está la semilla para esto. Pero hay que rescatarla. Hay que
hacerlo y se requiere de sabiduría, de valor y de
sinceridad.
Lo que debo decir es
1. No al modelo de Libre Comercio, los TLC y el despojo transnacional
que someten al país a la destrucción y la opresión
2. Derogar políticas y leyes del despojo para la acumulación de
transnacionales y reemplazarlas por políticas de los pueblos para los
pueblos. Soberanía alimentaria, energética, mercados internos, Buen
Vivir.
3. Denuncia y desmantelamiento del aparato de terror al servicio del
despojo. Un estado convertido en instrumento de terror para silenciarnos
y robarnos
4. Exigir el cumplimiento de acuerdos, tratados y leyes que defienden
los derechos de los pueblos
5. Hacer una agenda de los pueblos que lleve a reemplazar la
institucionalidad fallida que tenemos por una que responda al país
posible y necesario. De un país con dueños y sin pueblos, a un país de
los pueblos sin dueños.
Mockus y Fajardo rechazaron esto. Mockus y Fajardo no proponen esto. Yo,
por eso, no creo en ellos, no acepto su propuesta y no creo que sean
alternativa. Le cambia la cara al patrón. Santos y el resto son enemigos
de esto y Petro tiene que respetar,
con Gaviria, Robledo a la base del Polo que ha creído en esta agenda y
en crear alternativas y se sintió abandonada. La ASI y mucho del
liderazgo
indígena la abandonó. Los corredores del poder y los cargos obnubilan y
desvían -a los que buscan instalarse allí- del calor y la humildad de
los
pueblos. Contrario a Bolivia, que hizo agenda y la llevó al Gobierno con
Evo, a través de un "instrumento Político" (así se le conoce) llamado
el MAS, nosotros, hicimos agenda y nos obligaron a
sacrificarla por beneficios mediocres y vacíos. O tenemos agenda propia y
se expresa en lo electoral, o
seguimos bajo la de el régimen.
Yo creo que hay que
salvar al Polo, de las agresiones externas, del afán de quitarle
espacio, pero de sí mismo también. Aprender y entender porqué y cómo los
que no querían posición y agenda nos dejaron a la deriva y le abrieron
espacio a Mockus. Lo coyuntural son las elecciones y allí, aunque se
pierda, debe ganar la agenda. La posición. El ideario. Deberíamos estar
aprendiendo de todo esto públicamente, para que no nos vuelva a pasar y
para ser los únicos con una posición que le llegue al dolor y al
horizonte de la gente. Los únicos. Podemos ser eso sinceramente y sin
trampas. Por eso la gente quiere a Carlos Gaviria y lo respeta. Por eso,
Polistas y externos votan masivamente por Robledo y lo respetan hasta
sus contrincantes a quienes derrota con argumentos incontestables.
Para
mi, lo que hay que lograr en este tiempito es rescatar una posición y
un compromiso con lo que va a
seguir pase lo que pase: la resistencia popular a un modelo de despojo
oprobioso. Si el Polo rescata su agenda y sentido y lo hace de cara a
los pueblos, a la ciudadanía, habrá convertido sus errores en
experiencia y su sabiduría en camino. Si se acerca a las luchas y
dolores del pueblo, si es coherente con su posición y si logra defender
el mínimo no negociable de la lucha contra el capital del despojo. Si no
es esta meta y esta lucha lo que lo define en lo electoral de
inmediato, reconociendo errores y resaltando capacidades y coherencias,
lo que sigue es inviable: Mantener un candidato de centro, ahora con un
discurso renovado de izquierda respaldado y orientado de nuevo por
quienes nunca abandonaron la posición (Carlos Gaviria, Robledo, Gloria
Inés, etc). En eso, no creen sino los más cercanos y no se convierte en
experiencia, aprendiendo a reconocer y rescatar.
Volvemos a lo
de siempre. O tenemos agenda propia y es coherente y es la
de los pueblos, o negociamos la de ellos para siempre y juegan con
nosotras y nosotros mientras nos expropian, explotan y embrutecen. Yo
creo que hay que exigir esa agenda ya. Creo que Petro debe asumirla
públicamente ya. Creo que debe reconocerse lo aprendido y poner la cara
valientemente para empezar de nuevo en contraste con lo demás. Sin
reconocer que uno ha cometido fallas y nombrarlas, uno no recupera la
confianza de quienes sufrieron la decepción y esperan como mínimo, la
valentía de las verdades. Si el Polo no puede decir verdades, entonces
¿qué es lo que dice?
Carlos H escribe:
Asi es, estoy muy de acuerdo con Manuel Rozenthal con su análisis, y sin
necesidad de repetir con otras palabras aqui las últimas de el al final
del escrito:
Volvemos a lo de
siempre. O tenemos agenda propia
y es coherente y es la de los pueblos, o negociamos la de ellos para
siempre y juegan con nosotras y nosotros mientras nos expropian,
explotan y embrutecen. Yo creo que hay que exigir esa agenda ya. Creo
que Petro debe asumirla públicamente ya. Creo que debe reconocerse lo
aprendido y poner la cara valientemente para empezar de nuevo en
contraste con lo demás. Sin reconocer que uno ha cometido fallas y
nombrarlas, uno no recupera la confianza de quienes sufrieron la
decepción y esperan como mínimo, la valentía de las verdades. Si el
Polo no puede decir verdades, entonces ¿qué es lo que dice?
David contesta:
Los tres puntos que Petro propone en su intervención son un principio de
agenda para trabajar: http://www.moir.org.co/Gustavo-Petro-Mi-programa-es-hacer.html
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