Comparto (en todos los sentidos) esta carta.
Fernando G, Carlos Pantxo, Mónica, Mirtha opinaron.
Carta pública a Gustavo Petro.
Frank David Bedoya
Muñoz, historiador.
Medellín, 5 de julio de
2010.
Todavía recuerdo la noche que me quedé hasta las tres
de la mañana en la sala de audiovisuales del colegio donde trabaja como
profesor, —para ese entonces yo había decido no tener televisor—, y no
me quería perder el magistral debate, que usted realizaba ese día sobre
el paramilitarismo en Antioquia, que transmitieron por el canal del
Congreso y que se alargó hasta esas horas. Como el colegio quedaba en
una vereda, zona rural del municipio de la Estrella – Antioquia, tuve
que salir a las tres y media de la madrugada y caminar muchas cuadras en
medio de la oscuridad, corriendo el riesgo de ser asesinado por ese
mismo paramilitarismo, que usted mismo con tanta vehemencia, había
acabado de denunciar unas horas antes. Pero ni la oscuridad, ni el miedo
a la violencia que aún padecemos, me preocupo; por el contrario, iba
caminando eufórico y
orgulloso, de que existiera un Senador como usted.
Después de ese debate, pasaron muchas cosas, y usted
empezó a asumir unas posturas muy difusas, y comenzó usted a alejarse de
la izquierda, con el prurito aquel de buscar una izquierda “renovada”,
aquella que tanto gusta a la derecha.
Una postura de esas no era nueva en la construcción de la izquierda, cuántos de izquierda, por esa vía no han terminado en la derecha. Así que simplemente, me definí antipetrista, por decirlo de alguna manera. Pero hace poco, ocurrió algo que no me dejo tranquilo, y por esto decidí escribirle esta carta. ¿Será posible que usted la lea completa y la tome en cuenta?
Ocurrió que vi, en la prensa, una foto suya, sonriente
y dándole la mano a Juan Manuel Santos. Para mí, esto fue una traición
suya, al pueblo que lucha, al pueblo de izquierda y un traición a su
digno y corajudo pasado. Yo no lograba entender, cómo el hombre valiente
que denunció la mafia y paramilitarismo unos años antes, ahora, saliera
sonriente, en una foto estrechando la mano, del
actual represente de ese mismo poder fascista mafioso y criminal.
Yo no creo, que usted, vaya detrás de un puesto, un
ministerio o alguna embajada. Yo creo que usted, le coquetea al régimen
actual, que usted mismo ha criticado tanto, por simple vanidad. Sí,
vanidad, narcisismo. Por eso mismo, usted se prestó para ayudarle a la
derecha, a sacar de la contienda electoral a Carlos Gaviria. Si no fuera
vanidad, sería ingenuidad, y yo no creo que usted sea ingenuo. ¿En
verdad, cree usted que los poderes mafiosos de la derecha, van a hacer
una alianza con usted, para devolverles la tierra a los pobres? ¿En
verdad, creía usted que los monopolios de la tierra y del capital iban a
hacer una alianza con usted, para rectificar la inequidad? Yo no creo,
le repito, que haya sido ingenuidad suya, sino la vanidad de que ser
usted, el salvador, el elegido, así eso significara, pasar por encima de
los principios del PDA que
con tanto esfuerzo hemos construido.
En la consulta interna del PDA para elegir el
candidato a la presidencia, cometimos un error, hacerla abierta y no
cerrada para los militantes de izquierda (así fuéramos pocos, así
fuéramos una minoría, seguimos siendo la minoría, pero la minoría de la
decencia). Usted sabe, y todos supimos, que la derecha salió a votar por
usted en esa consulta… no porque fueran a votar por usted después en
las elecciones presidenciales, sino para sacar de la contienda a Carlos
Gaviria. Yo fui testigo de viejos godos conservadores, que ese día
salieron a votar por usted, para que perdiera el programa de izquierda
del PDA.
Luego, sin muchos ánimos y por disciplina de partido,
salimos los hombres y mujeres de izquierda a votar por usted en las
pasadas elecciones presidenciales, (y valga mencionar que muchos de sus
seguidores en la consulta interna, después se pasarían a las filas del
Mockus.) ¿Y que pasó?.... ese día, la derecha que había votado por usted
en la consulta interna de los partidos, simplemente salió a votar por
su candidato Santos.
Yo sé, que en Colombia, los hombres y mujeres de
izquierda somos muy pocos, y nos hemos equivocado mucho… Bueno, también
nos han asesinado sistemáticamente desde hace muchas décadas. Pero, lo
único que nos queda, ese esta colectividad de IZQUIERDA; este partido,
para hacer oposición con dignidad y para plantear opciones distintas a
la sinvergüencería que hoy predomina, y que sin pudor alguno, hoy están
nombrado como “Unidad nacional.”
Gustavo Petro, usted no me conoce, pero hoy quiero
decirle, que un día lo admiré, pero hoy ya no… desde hace mucho tiempo
no… por sus coqueteos a la derecha… y mucho menos por esa foto tan
lamentable.
Yo le sugiero hoy, le ruego, que renuncié al PDA, vaya
y funde su partido multicolor de centro izquierda o centro derecha o
centro centro. Usted en su cuenta de Facebook, ahora dice: “La nación
por encima de los partidos y las mezquindades. Dialogo Nacional por las
victimas, tierra para los campesinos y agua para la vida.” ¿En verdad
cree usted que con una figura tan siniestra y oligarca como Juan Manuel
Santos, se puede dialogar, y más aún esperar, que éste representante del
latifundio y los monopolios, le vaya a restituir algún pedazo de tierra
a un campesino? En fin…..crea usted en eso, pero no pretenda hacer este
“dialogo” con el nombre del PDA.
Déjenos a nosotros con nuestra izquierda radical, de
la cuál estamos tan orgullosos. Seremos pocos… sí… Nos hemos equivocado
mucho… sí…. pero no nos vamos a tomar fotos con nuestros enemigos y a
creerles carajadas, como aquellas de que nos van a dar un “lugar” en su
“democracia”, sin pedirnos que renunciemos a nuestros principios.
Somos pocos…. lo sabemos. La mayoría en Colombia hoy
día esta con la derecha, y precisamente, el no hacer parte de esta
mayoría, es nuestro mayor honor. Somos pocos, pero estamos de pie,
resistiendo y diciendo que si el PDA no es de izquierda, nada será.
Frank David Bedoya Muñoz.
Historiador.
Medellín, 5 de julio de 2010
Fernando G: Hace unos días, el 1o. de julio, Chucho, pidió en el googlegroup un pronunciamiento mío en torno a "Los desatinos de Petro". No respondí en ese momento por dos razones: una, porque acababa de participar activamente en nuestra declaración colectiva, que fijaba fronteras precisas en torno a los deslizamientos; y dos, porque esperaba la nota anunciada por Carlos Vidales, pensando, como sigo pensando, que en ella se iba a resumir bien lo que muchos creemos. Carlos escribe despacio, pero el día en que publique su nota los malandrines de la política que se hace hoy en Colombia pagarán escondites a peso. Por ahora, quiero decir lo mismo que dice Manuel Rozental en torno a la carta de David Bedoya: que la comparto en un ciento por ciento.
Carlos Pantxo:
Yo
también comparto la
excelente carta de Frank David Bedoya. Es franca y sincera y no deja
ningún
lugar para las agresiones.
Empecé
a escribir mi
diatriba, proponiéndome ser demoledor y terrible. A medida que iba
escribiendo
de fui dando cuenta de varias cosas:
1-
Una
diatriba clausura toda posibilidad de comunicación y, lo más grave,
parte del
supuesto de que “el otro” no puede oír ni entender ni corregir errores.
Nosotros,
que queremos la paz y que decimos que la paz debe alcanzarse con
negociaciones
y no con más guerra, no podemos dar papaya y comenzar con la artillería
pesada.
Hay que encontrar una forma de exponer los argumentos de manera
razonada,
fuerte, sincera, que sume voluntades a nuestra posición y no dé pretexto
a los
atrincheramientos.
2-
Como
ya lo he dicho en otras ocasiones, yo pongo el centro de la cuestión en
el tema
del respeto a las normas que todos hemos prometido respetar. Es decir:
en el
asunto de la confiabilidad. ¿Se puede confiar en un individuo que no
respeta a
su propio partido, a su propia compañera de fórmula? ¿Cree de veras que
los
grupos y partidos que firmen acuerdos con él, van a confiar en él, a la
vista
de su conducta pública?
3-
Creo
también que hay que precisar exactamente qué es esto de “dialogar” y
“conversar”
y “buscar acuerdos” con el nuevo presidente, con los partidos
tradicionales,
etc. Los temas POSIBLES son sin duda muchos, y los temas IMPOSIBLES son
más. Entre
lo que es POSIBLE veo un compromiso, con garantías, ante trescientos
notarios públicos,
observadores internacionales y una comisión de la ONU, de que cesarán
los
asesinatos políticos y la actividad criminal de los paramilitares y
agentes del
estado; de que se respetarán los derechos civiles y la actividad de
todos los
partidos políticos de la oposición; de que se reintegrará a los
desplazados a
sus tierras y se les pagará compensación por los atropellos y crímenes
de que
han sido víctimas; de que los responsables de masacres y crímenes serán
identificados, procesados y castigados de acuerdo a la ley; de que
cesará toda
persecución a periodistas, sindicalistas, jueces, abogados, miembros de
ONGs y
todos aquellos que trabajan por la defensa de los derechos humanos y el
respeto
a la población civil; de que las tierras ilegalmente usurpadas y luego
legalizadas durante el uribismo serán confiscadas a los usurpadores e
incorporadas al proceso de reparación de las víctimas; de que no habrá
perdón
ni amnistías a los genocidas y masacradores; y, finalmente, de que habrá
una
comisión internacional de control y garantías.
4-
Entre
las cosas IMPOSIBLES de negociar, están los temas del TLC, el
neoliberalismo,
las políticas de desarrollo y, como se acaba de ver, las bases militares
norteamericanas en suelo colombiano. Debe pues, establecerse una clara
agenda
de oposición sin compromisos en estos y otros puntos que atañen a
estrategias
que, tanto para el gobierno como para la oposición, no son negociables.
5-
Ningún
individuo por sí solo, ningún dirigente individual, puede salir a
negociar
estas cosas con nadie. Esta agenda debe ser el resultado de un acuerdo
colectivo, en primer lugar, del Comité Ejecutivo Nacional del Polo; en
segundo
lugar, de consultas a las bases y la militancia; en tercer lugar, de
consensos
con movimientos populares y sociales.
6-
Se
debe rechazar por caciquista, clientelista y feudal, la arrogante
presunción de
que el millón cuatrocientos mil electores que votaron por nuestro
candidato son
propiedad personal del señor Petro. No. Son ciudadanos. No son propiedad
de
nadie, ni de Petro, ni del Polo, ni de nadie. Son ellos mismos. Nadie
tiene
derecho a usarlos como argumento de “poder” o de “fuerza” en ninguna
negociación.
Lo que tenemos es la OBLIGACIÓN de informarles, escucharlos, atenderlos,
respetarlos y OBEDECERLOS cuando sea evidente qué camino quieren seguir.
La
votación por un candidato no da a este candidato derechos señoriales
sobre los
votantes.
7-
Dicho
todo lo anterior, se debe rechazar categóricamente la propuesta personal
de
Petro al señor Santos sobre el tema de la tierra: Petro propone, sin
haber
consultado con nadie, que las tierras ya robadas y usurpadas se dejen
así como
están (impunidad, amnistía, premio a los genocidas); que se busquen
otras
tierras (“hay diez millones de hectáreas libres”, dice” para darles a
los
desplazados y víctimas del despojo. Es una componenda estilo Menem,
sucia e
infame, de espaldas al país y de espaldas a la justicia.
8-
Se
debe invitar franca y seriamente a Petro, a que rectifique, pida
disculpas y se
reintegre al trabajo serio y responsable de la oposición, al servicio
del
pueblo colombiano.
9-
Sus
exigencias de que ciertos dirigentes del Polo sean puestos a disposición
de la
Comisión de Ética son bienvenidas, bajo el presupuesto de que aportará
pruebas
suficientes para tales efectos; y, desde luego, bajo el presupuesto de
que ÉL
MISMO se pondrá a disposición de la Comisión de Ética del Polo cada vez
que
intente pasar por encima de los mecanismos de consulta y convivencia
política
de nuestro partido.
Como
ven, estas son las cosas que se me están ocurriendo por ahora. Creo que
le
Comité Ejecutivo Nacional debe poner las cosas en su sitio, tomar la
iniciativa
y decirle claramente al país qué puntos y temas deben ser negociados
AHORA con
todas las fuerzas políticas, y qué puntos y temas no son negociables; y
debe
decirlo, convocando a reuniones con otras fuerzas políticas, incluso con
el señor
Santos, para decirles esto con franqueza, de cara al país, y
COLECTIVAMENTE,
como dirección nacional del Polo.
Bueno,
un saludo fraternal.
Monica: Una carta que escribe lo que en su mayoria muchos pensamos.
Habria que citar otros desmadres de Petro, pues la epistola aun es muy suave.
Lo cierto es que ese invento de la izquierda centro y similares es un absurdo. la izquierda queda a la izquierda, y alla esta lo que asi se llama.
Nada de aguas tibias, de negociaciones, de estartegias en pos de, nada de un adjetivo adjunto cuando detras existe una derecha, que se llama...
centro derecha...
Comparto la carta, no puede ser de otra manera.
Mirtha:
Queridas moscas
La carta de Juan David Bedoya empieza con una historia de esperanza y orgullo. La misma esperanza que yo tenía cuando veía al Senador Petro defender como león herido el Estado de derecho, el respeto de los derechos humanos, la democracia, la vida. Admiré profundamente la valentía y la inteligencia de este hombre que provenía de un movimiento guerrillero que captó la simpatía de millones de colombianos con sus actos simbólicos. Creía sinceramente en Petro y lo defendí a capa y espada hasta el final. Pueden llamarme ingenua (o más que eso), pero no podía creer que un hombre que arriesgó su vida como lo hizo Petro, traicionara su partido y sus propias ideas. No logro entenderlo. Quizás lo más prudente es que Petro renuncie al PDA como lo solicita Juan David, hagamos un gran debate interno y nos reorganicemos con miras al reto que se viene … pero … quién me devolverá la esperanza? Me siento absolutamente traicionada. Como la novia que se da cuenta que el hombre en el que confía es en realidad un casanova. Y aún a riesgo de ponerme en la picota, y sin ninguna pretención y sin desconocer a nadie, debo decir que el Congreso no será el mismo sin Petro y sus brillantes debates. He dicho!
Abrazos a todas las moscas
Habria que citar otros desmadres de Petro, pues la epistola aun es muy suave.
Lo cierto es que ese invento de la izquierda centro y similares es un absurdo. la izquierda queda a la izquierda, y alla esta lo que asi se llama.
Nada de aguas tibias, de negociaciones, de estartegias en pos de, nada de un adjetivo adjunto cuando detras existe una derecha, que se llama...
centro derecha...
Comparto la carta, no puede ser de otra manera.
Mirtha:
Queridas moscas
La carta de Juan David Bedoya empieza con una historia de esperanza y orgullo. La misma esperanza que yo tenía cuando veía al Senador Petro defender como león herido el Estado de derecho, el respeto de los derechos humanos, la democracia, la vida. Admiré profundamente la valentía y la inteligencia de este hombre que provenía de un movimiento guerrillero que captó la simpatía de millones de colombianos con sus actos simbólicos. Creía sinceramente en Petro y lo defendí a capa y espada hasta el final. Pueden llamarme ingenua (o más que eso), pero no podía creer que un hombre que arriesgó su vida como lo hizo Petro, traicionara su partido y sus propias ideas. No logro entenderlo. Quizás lo más prudente es que Petro renuncie al PDA como lo solicita Juan David, hagamos un gran debate interno y nos reorganicemos con miras al reto que se viene … pero … quién me devolverá la esperanza? Me siento absolutamente traicionada. Como la novia que se da cuenta que el hombre en el que confía es en realidad un casanova. Y aún a riesgo de ponerme en la picota, y sin ninguna pretención y sin desconocer a nadie, debo decir que el Congreso no será el mismo sin Petro y sus brillantes debates. He dicho!
Abrazos a todas las moscas
Con respeto profundo por todas las percepciones que he leído de ustedes que con esmero se empeñan en interpretar la situación actual del partido y de la izquierda democrática en nuestro país, quiero simplemente dejar una inquietud que no debe dejarse de lado en el momento de los análisis en especial de los tácticos. Creo que la apertura de la discusión es válida porque fortalece la "participación" de los integrantes pero no se entiende bien la estrategia, parece inocente!... parece despreciar la historia, parece querer olvidar que la primera experiencia debe enseñarle a las venideras. No es cuestión de repetir "patrias bobas", el asunto no debe conducir a la pulverización del movimiento. Mientras se acusa a Petro de ayudar al régimen, nos ocupamos de ayudarle (me refiero al régimen) también generando estas divisiones. De otro lado, no se debe olvidar que la izquierda democrática nace del pensamiento liberal y es de hecho un partido "liberal" en los términos de la modernidad. No se traben asuntos de izquierda radical con izquierda democrática. Creo que el lío con todo y los esfuerzos valiosos de todos por pensar esta realidad, es de fundamentos claros desde el pensamiento político, no se debe dejar de lado ni la historia ni la filosofía a fin de no caer en la terrible DOXA y terminar actuando por argumentos meramente "afectivos". Hay que acudir a las tácticas adecuadas y tener clara la estrategia, eso nos dará la cohesión de grupo. No hay que expulsar a nadie a mi modo de ver, el asunto hay que mirarlo con cabeza fría.
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