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Agosto 10 de 2010
Por Alicia Rinaldi
Buenos Aires,5 (ANSA) - El jesuita Javier Giraldo pidió ayuda a la comunidad internacional, sobre todo a América Latina, para identificar a miles de cadáveres NN de La Macarena, pues en Colombia "todo se quiere ocultar", y dijo que el presidente electo, Juan Manuel Santos, "no tiene las manos limpias" en cuanto a violaciones a los derechos humanos.
Giraldo dirige el banco de datos de derechos humanos y violencia política del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), organismo creado por la orden jesuita.
El sociólogo egresado de La Sorbona milita hace 30 años en la Liga Internacional por los Derechos y la Liberación de los Pueblos, una organización con estatuto consultivo ante Naciones Unidas, de la cual es el actual vicepresidente.
Giraldo dialogó por teléfono con ANSA desde el poblado de Granada, departamento del Meta, sobre la "crisis humanitaria" dados las miles de denuncias de "falsos positivos", civiles asesinados por militares que luego los presentan como "guerrilleros muertos en combate" y reciben beneficios por ello.
En La Macarena, Giraldo asistió el 22 de julio junto a legisladores opositores, diputados europeos y estadounidenses a una audiencia pública donde se escucharon testimonios de campesinos que reclaman justicia por sus familiares asesinados y enterrados clandestinamente.
El sacerdote pidió a "la comunidad internacional y, en especial, a América Latina, que nos ayuden a vigilar estos procesos de exhumación y hacerlos visibles, porque el principal problema acá es que todo se quiere ocultar".
"Necesitamos que los medios hagan visible lo que estamos pasando", destacó Giraldo, para quien "los crímenes no solo afectan a la víctima y su entorno, son crímenes de lesa humanidad que ofenden a la humanidad toda".
Giraldo denunció el "interés muy manifiesto de funcionarios del estado en ocultar esta realidad", incluso la "manipulación" que -dijo- hace la fiscalía de las cifras de víctimas, sepultadas como NN en La Macarena.
En esa zona campesina, enclavada en la selva y ex bastión de las FARC durante la zona de despeje, el Estado cometió "muchísimas ejecuciones, desapariciones forzadas, torturas y desplazamientos" y quiso "mostrar en los ultimos años que aquí se vive un post conflicto", declaró.
Expresó preocupación por el deterioro que pueda borrar pruebas de las víctimas, dado que "esa zona tiene una tierra ácida que deteriora en poco tiempo el ADN, además de que se violaron las normas como tomar huellas digitales o sacar fotografías" de los cuerpos.
También lamentó la "débil repercusión" en la prensa de su país de la audiencia pública del 22 de julio y señaló que existe "toda una política de medios de comunicación masivos que tiende a ocultar, a tapar todo esto".
Para Giraldo, resulta indispensable que "la comunidad internacional pueda nombrar una comisión de acompañamiento y vigilancia de todo el proceso de exhumación, así como la sociedad civil colombiana".
En particular, el sacerdote aspira a que participen antropólogos forenses argentinos, "dada la experiencia que tienen", y a los que conoció a través de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Sobre las expectativas de justicia en el futuro gobierno de Santos, afirmó que el ex ministro de Defensa de Alvaro Uribe "no tiene las manos limpias en los falsos positivos y las ejecuciones extrajudiciales, el apoyo a políticas de recompensa" a los uniformados que detengan a un supuesto guerrillero.
"El pasado de este presidente no nos da muchas garantías", sintetizó. Tampoco le despierta "muchas ilusiones" la justicia de su país, dado que "el nivel de la impunidad es aterrador, como los organismos de Naciones Unidas y la OEA lo han reseñado".
Existe un "nivel elevadísimo de impunidad en los crímenes de lesa humanidad", agregó Giraldo, dado que "la justicia es un aparato supremamente corrupto".
Giraldo aseguró que sigue esperando una decisión de la Corte Penal Internacional de La Haya, a la cual presentaron los primeros casos de violaciones a los derechos humanos en 2003 y 2004.
"He estado en La Haya y he suplicado que asuman una cantidad de casos pero no hay respuesta, todavía no se llegó a nada, los casos se van acumulando por millares y la impunidad sigue siendo apabullante", se quejó.
Sin embargo, el jesuita señaló la "importancia" de las repercusiones "en sectores de bases" de las denuncias públicas de asesinatos y entierros clandestinos de víctimas.
"Nos han llegado muchas informaciones de otros cementerios de cadáveres anónimos, estamos descubriendo que muchos cementerios en zonas extendidas del país tienen áreas de cadáveres anónimos" y que "nunca se investigaron" las causas ni hubo exhumaciones para confrontar con las denuncias de desapariciones de personas.
"Esto está destapando lentamente una realidad muy grave en el país", expresó. DFB
Siguen apareciendo fosas comunes en Colombia- 140 en el Cesar.
Prensa PCC
Bogotá-
Con el descubrimiento e identificación de 140 fosas comunes en el Departamento del Cesar, en la región Caribe colombiana, continúa el macabro hallazgo de cementerios clandestinos donde los paramilitares y miembros de las fuerzas militares enterraban a sus víctimas en aplicación de la política de “seguridad democrática” del ex presidente Álvaro Uribe Vélez.
Según el informe divulgado en http://www.elpaisvallenato.com la ‘verdad’ de la historia de horror que vivió en el Cesar, sigue sin conocerse a pesar del avance del proceso de la Ley de Justicia y Paz. El tema vuelve a estar en la mesa, durante ‘la semana por la verdad, que se desarrolla en la ciudad hasta el 13 de agosto.
Dentro de esa ‘verdad’ se logró identificar en el Cesar 140 fosas comunes, a través de las audiencias de los ex paramilitares, sin embargo, se desconoce el número real de víctimas. “Algunas personas que estaban como desaparecidas, fueron ubicadas en esas fosas”, dijo Antonio Calvo, director regional de la CNRR, quien sostuvo que esto refleja la magnitud de la violencia en la región.
Sin embargo, para el mismo funcionario, la reparación sigue siendo un proceso lento y que poco se avanzado en el Cesar. Mientras en el país se conoce una sentencia, aquí aún no hay ninguna a pesar de que 20 mil personas han denunciado delitos.
Se estima que en el departamento hay cerca de 140 mil víctimas, sin contar con algunas de las familias desplazadas que aún no hacen parte del proceso, porque en su mayoría no se sienten víctimas. “La gente desconoce sus derechos y solo creen que la condición de desplazados les sirve para recibir una ayudad de Acción Social”, sostuvo Calvo.
Otra de las revelaciones hechas durante la rueda de prensa, donde participó además Rosangela Pimienta, asesora de paz del departamento y Gabriel Turriago, coordinador Territorial del PNUD en el Cesar, es que las víctimas en su mayoría son mujeres, por lo que esta actividad en parte es un homenaje a quienes tienen el mayor peso de la violencia.
“Con este evento lo que se busca es tomarle el pulso al proceso de Justicia y Paz en el Cesar, porque se conoce como avanza en otras regiones, pero no este, por lo que el espacio servirá para conocer más verdad del horror que pasó esta región”, dijo Gabriel Turriago.
La semana inició con cines bajo las estrellas, que consiste en llevar cine a los barrios en su mayoría películas con referencia a temas de mujeres, seguido de conversatorios, foros, talleres y concierto musical.
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