viernes, 1 de octubre de 2010

A una mujer valiente, contra la cobardía del sicariato político



El Polomosca - PDA, colectivo de colombianos en el exterior, condena y rechaza la decisión de la Procuraduría que inhabilita a la senadora Piedad Córdoba para participar por 18 años en la vida política del país.

La destitución de la senadora Córdoba carece de cualquier valor legal o político. Frente a la voluntad popular que la escogió como la voz de un país silenciado y perseguido, el procurador es sólo un funcionario de segunda categoría, que habla en nombre del régimen que ha cometido las violaciones más atroces ocurridas en la historia de América Latina.

La senadora Córdoba se ha caracterizado por su trabajo en defensa de los derechos humanos, constitucionales y civiles de millones de colombianos desposeídos, y ha participado con valor en la búsqueda de la paz. Las misiones humanitarias en que se ha empeñado, le han valido el reconocimiento del país y del exterior. En el año 2009 fue candidata al Premio Nobel de la Paz.

En Colombia las actividades humanitarias son tratadas con menosprecio y presentadas como actos subversivos. La sanción del procurador es un castigo inquisitorial contra los contradictores de un sistema de oprobio, que desde hace décadas está en manos del crimen organizado.

Centenares de miles de colombianos asesinados, millones de colombianos desposeídos y exiliados, miles de sindicalistas muertos y silenciados, más de dos mil crímenes de Estado que, con cinismo, se han dado en llamar “falsos positivos”, escuchas ilegales a la oposición y a la justicia, escándalos políticos que involucran a paramilitares y narcotraficantes, demuestran que en Colombia el sistema ha hecho crisis.

El procurador es un sicario moral y político. No se avergüenza de guardar silencio ante los crímenes oficiales, sociales y económicos en que naufraga el país, pero se apresura a castigar a una mujer valiente que incomoda al establecimiento con su presencia y sus denuncias.

El Polomosca se solidariza con la senadora Piedad Córdoba ante esta agresión, y hace un llamado a los colombianos en el exterior, a las organizaciones internacionales de derechos humanos, y a los ciudadanos del mundo interesados en la suerte de un país que naufraga en toda suerte de contradicciones éticas y sociales, a solidarizarse con ella.

Defendiendo a Piedad Córdoba defendemos el derecho a la verdad y la justicia. Exigir que se respeten sus derechos constitucionales y legales, es exigir que se respeten los derechos constitucionales y legales de cualquier ciudadano.

Polomosca - PDA
Madrid, octubre 1, 2010

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